Sé que vagas por cerrados destinos
y desprecias al viento que te dejó su esencia.
Enseñas tu cuerpo desnudo
con corona en platino
y lanzas encomiendas contra el débil
Este no fue el convenio
que hicimos con la hierba en testigo.
Hablamos de cabaña en ladera
e hijos en el siempre.
Quizá no expresé mis miedos
y quise dorar prudencia
pero ahora has de morir
lo dice la sentencia de tu vida vacía.
No quiero ser verdugo
pero de alguna forma has de callar
tu daño.